En el mundo del SEO hay muchas métricas que permiten conocer la realidad de un sitio frente a los buscadores, una de las más consultadas es el porcentaje de rebote, también conocido como bounce rate. Es un indicador que contabiliza las personas que entraron a una página y salieron sin navegar.
De por sí, el «bounce» es decepcionante, y todo empeora cuando la métrica empieza a subir. Esto significa que la experiencia de usuario es defectuosa y en consecuencia, los buscadores empezarán a limitar el posicionamiento de dicha página. ¿Cómo disminuirlo y evitar este desastre? En el siguiente post se verán algunos tips.
¿Qué es el porcentaje de rebote?
Para empezar, es necesario hacer referencia a Google Analytics, es la herramienta de análisis web y SEO por excelencia. Cuenta con cientos de métricas e informes que incluso se pueden personalizar, uno de ellos es el porcentaje de rebote o bounce rate. Éste se presenta en conjunto con la URL de la página evaluada, la cantidad de visitas en total y el tiempo de permanencia.
Estas dos últimas se relacionan y afectan entre sí, el bounce se determina a partir del promedio de abandonos de las visitas totales, mientras que el tiempo de permanencia lanzará un dato en promedio de cuánto tiempo pasan los usuarios navegando a una página (para después cerrarla o pasar a otra página interna).
Lógicamente, mientras mayor tráfico exista y más tiempo de permanencia generen, mejor será para el posicionamiento. Pero, si la tasa de rebote supera esos promedios, entonces hay un problema. Porque significa que las personas solo entran a ver la página y salen de inmediato, no les atrae, no leen y muchos menos recomiendan.
Lo malo de todo esto, es que Google y los buscadores se enteran de esto, así que en sus próximas indexaciones la valoración será cada vez peor. Sobre todo porque actualmente, lo que más le interesa al algoritmo es, obviamente, la experiencia del usuario y la satisfacción de su consulta.
¿Cuál es el impacto del porcentaje de rebote en el SEO?
Como se mencionó más arriba, el algoritmo se entera cuando los usuarios empiezan a rebotar en una página, esto lo interpreta como una baja calidad, es decir, si los usuarios pasan el mínimo de su tiempo dentro de un sitio, por algo malo será ¿cierto? Esto es así incluso si el sitio tiene muchas optimizaciones a su favor.
Cuando se trata de SEO, todas las estrategias deben tener un equilibrio y más que todo concordancia (muchas veces matemática, que obviamente solo el algoritmo sabe y entiende). De forma que, no importa si el sitio tiene cientos de enlaces de buena calidad, muchísimas interacciones en su blog y redes sociales (entre otras excelentes estrategias SEO) si aumenta la tasa de rebote quiere decir que no es bueno para los usuarios.
El punto importante aquí es que, en los últimos años, Google y todos los buscadores han enfocado sus esfuerzos en la satisfacción del usuario que hace la consulta. Por eso han implementado nuevas herramientas como los fragmentos enriquecidos o el Knowledge Graph, donde el usuario ni siquiera debe hacer clic en los resultados para obtener una respuesta.
Por eso, si los sitios web no reman en la misma dirección, entonces se encargará de evitar que el sitio esté visible bajo cualquier circunstancia. Suena como a película de terror, pero así son las cosas con esos nuevos algoritmos, pero tampoco es nada con lo que no se pueda lidiar.
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¿Por qué es importante saber cómo disminuir el porcentaje de rebote?
La respuesta es simple, porque existen muchos detalles que hacen que aumente, así que se debe estar al tanto de cuáles son esos detalles y cuál puede ser la mejor estrategia para optimizarlos. Por ejemplo, si Pedro tiene un sitio web y se dispone a organizar sus backlinks y sin querer cambia el contenido de una URL, dejándolo «roto», puede hacer que todo el tráfico que recibía desde Google empiece a rebotar.
Si se le añade un poco más de drama y se trata del enlace que más tráfico atrae desde Google, puede incentivar un efecto dominó que acabaría con una estrategia de posicionamiento que seguramente llevó años construir. Y para dejar salir esas lágrimas, Pedro pasará horas o tal vez días sin entender qué pasó, cuál fue el error, que incluso se podía solucionar con un solo clic.
Si Pedro entendiera cómo funciona la tasa de rebote, cuáles son los aspectos que más le afectan y por qué puede subir de forma precipitada de un momento a otro, hubiera podido evitar el desastre. Así que, para los que no quieren ser como Pedro pueden seguir leyendo este post y entender todos los aspectos del bounce rate.
¿Cómo es el porcentaje de rebote perfecto?
Ahora bien, aunque un mundo sin bounce sería perfecto, lamentablemente es algo inevitable. Esto es porque los usuarios hacen clics sobre páginas en Google y salen de ellas por muchas razones aparentes, puede ser porque nos les gustó el color de fondo de página, o porque se dieron cuenta que han pasado horas en Internet con sus datos móviles.
Es por eso que tener un porcentaje perfecto suena más a ciencia ficción, sin embargo, hay un promedio que puede dejar tranquilos hasta a los más expertos. Según estudios del SEO, la tasa más apropiada va desde 40% hasta 50? rebotes del total de visitas. Naturalmente, mientras más alto sea, peor será para el posicionamiento, y si disminuye pues se acercará a la perfección.
También es necesario tener en cuenta cuál es el promedio perfecto que se considera según el tipo de página. Bueno, todas las páginas del sitio web son importantes, pero los expertos están de acuerdo en que hay algunas más relevantes que otras con respecto al bounce. Por ejemplo, tener un 55?bounce en la página de «quiénes somos» no será tan grave como en la página de «contacto» ¿cierto?
Así que todo se resume en verificar las prioridades de las estrategias acorde al mapa de contenidos y construcción de enlaces. Pero, lo recomendable es que todas las páginas entren en ese promedio, en caso de que no sea mejor, que no sea peor al menos.
Técnicas para disminuir el porcentaje de rebote
Finalmente, para evitar que esa tasa suba y tener en mente qué hacer en caso de que llegue a subir sin razón aparente, se pueden utilizar las siguientes técnicas.
- Dejar de utilizar páginas emergentes: Esta es una de las más útiles, aparte de que se nota la diferencia entre un antes y un después. Las ventajas emergentes o pop-ups suelen hacer que el usuario salga de inmediato, hay que esperar unos cuantos segundos para que explore por su cuenta.
- Segmentar la audiencia correctamente: Una de las razones del bounce es una audiencia incorrecta, es importante saber posicionar para los usuarios que se interesarán de verdad y no solo porque generan más tráfico.
- Mejorar la velocidad de página: Es el motivo más común del rebote, si una página no carga en 3 segundos la salida del usuario será inminente. Así que es importante invertir en optimización WPO y velocidad de página.
- Tener en cuenta el diseño UX: También conocido como experiencia de usuario, permite que el público elija la mejor ruta para navegar dentro del sitio, para satisfacer necesidades personales dentro del embudo de ventas.
- Hacer auditorías SEO: Para estar más al tanto de los cambios producidos en el indicador, es importante hacer auditorías SEO constantemente. Se debe tener en cuenta el histórico de visitas, bounce y tiempo de permanencia.
Para finalizar, es necesario considerar que existen tendencias que pueden mejorar o disminuir la tasa de rebote. Por lo tanto, informarse y estar al tanto de la actualidad en estrategas SEO es indispensable para garantizar el éxito al atraer tráfico de calidad.