Fidelizar a una audiencia es un proceso largo que requiere investigación, conocer al público, vincularse con él, crear contenido web valioso, interesante y digno de compartir.
Lamentablemente algunos han confundido las cosas y han intentado ir por atajos que al final no conducen a ninguna parte, por el contrario, los resultados son desastrosos porque el público no olvida, para bien o para mal.
Uno de los objetivos supremos del marketing es lograr el engagement. Para eso se trabaja, se invierte en recursos, se producen cosas nuevas y se debe planificar cada paso que se da en las redes sociales, blogs y páginas web.
A fin de poder entender de qué estamos hablando aquí, vamos plantear a continuación todo sobre esta materia.
¿Qué es “engagement”?
DEFINICIÓN
Es un anglicismo que significa literalmente compromiso a largo plazo entre dos personas. En este caso, este tipo de relación se da entre el usuario o consumidor y una marca, empresa u otra persona. Antes de consolidar un compromiso es primordial establecer bases sólidas de confianza y para eso deben darse varios procesos entre las partes involucradas.
Sabrás que has conseguido el engagement con tu público cuando este se queda contigo, consume lo que produces y convence a otros de hacerlo también.
Lo primero que debes tener claro es qué clase de seguidores quieres tener, a quiénes vas a invitar a acompañarte.
Esto lo lograrás definiendo diferentes parámetros como: rango de edad, sexo, nivel socioeconómico, estado civil, intereses, lugar de residencia y todos indicadores los que consideres necesarios.
¿Por qué es importante segmentar de esta manera?
Porque así podrás enfocarte mejor. Un error común es producir contenidos a diestro y siniestro tratando de abarcar a todos y eso, francamente, es imposible. Terminarás perdiendo seguidores y clientes que a su vez impedirán que otros lleguen.
Un proceso importante que se debe dar para consolidar este compromiso es el del conocimiento mutuo, cuanto mejor conozcas a tu audiencia y más dejes saber acerca de ti, mejor te llevarás con ellos.
Es importante saber qué les gusta y qué no a tus seguidores.
En las redes sociales y medios digitales habrás logrado una conexión cuando el usuario te sigue y responde activamente a tus publicaciones, es decir, obtienes sus “me gusta”, comparte tus contenidos y comenta.
La audiencia fidelizada puede darte a manos llenas toda clase de información, datos, incluso generar contenido para ti, pero esto no es gratuito, tus contenidos tienen que estar a su altura.
LADO HUMANO
Se ha determinado que el engagement se consigue, más que cualquier otra cosa, apelando al lado humano de los seguidores.
Esto se debe a que la gente se conecta mejor cuando sabe que del otro lado de su pantalla también hay otro ser con emociones, situaciones y necesidades similares a las propias.
Si lo que quieres es fidelidad, entonces debes lograr identificación y afinidad con tu audiencia.
Por otro lado, la velocidad de respuesta es sumamente importante para la audiencia.
Esta generación (los millennials) es menos tolerante a esperar; así que van a los chats de asistencia al cliente, los correos electrónicos y redes sociales demandando atención inmediata y útil.
Si no pueden obtener eso de tu parte, considerarán que ellos no te importan y van a otro lado; no sin antes alzar su voz para influir en la opinión de los demás.
Crear con intención
La “intencionalidad” es una palabra clave en el proceso de construcción de la relación con la audiencia. Para empezar debemos definir qué es intención.
Esto es la finalidad o el propósito con el que se hacen las cosas, en este contexto es el “para qué” de todo lo que decides crear.
Para explicarlo en un sentido práctico, se puede poner como ejemplo al humorista, cada palabra que dice ante su audiencia es con la intención de causar risa y hará su mejor esfuerzo por conseguirlo.
No ocurre lo mismo con un niño que en medio de una conversación dice algo inesperado que podría provocar la risa de los presentes, sin embargo, ese no era su propósito, de hecho, repetirlo podría causarle una reprimenda.
En la creación de contenidos es ser intencionales para ganarse el compromiso y la confianza del público. ¿Qué queremos decir con esto?
Que no puedes generar contenido solo porque está en tendencia, porque te ha parecido (a ti) interesante, o porque hay que cumplir con la cuota semanal.
Las preguntas que deben estar siempre sobre la mesa son:
- ¿Qué quiero que sientan, piensen o hagan cuando vean esto?
- ¿Se ajusta lo que voy a publicar con lo que quiero lograr?
Las respuestas a estas interrogantes no pueden ser ambiguas. Debemos buscar una reacción concreta y lo que se va a publicar se tiene que ajustar a nuestros objetivos sin lugar a dudas. No hacer esto es una pérdida de tiempo.
No olvidemos que “cuando no sabemos para dónde vamos, cualquier tren nos sirve”, pero hay que estar preparados para terminar en cualquier parte.
En el ámbito de los negocios este tipo de filosofía costará mucho tiempo, dinero y clientes. La intención debe marcar el rumbo de toda la creación.
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Contenido valioso
El contenido es valioso o no dependiendo de la necesidad quien lo lea.
Una forma de ilustrar esta verdad es imaginar a alguien que tiene mucha sed, todo lo que quiere y necesita ese sujeto está en un simple vaso de agua.
Cualquier otra cosa o alimento que se le ofrezca en lugar de agua es irrelevante para esa persona que tiene sed y no hambre.
Lo mismo aplica para la creación de contenidos. No importa cuán interesante sea para quien lo crea o lo produce, si no satisface la necesidad de la audiencia, los esfuerzos no servirán de nada.
¿Cómo se crea contenido valioso?
En primera instancia, como ya se dijo anteriormente, debes tener muy claro tu segmento de audiencia, no los puedes abarcar todos.
Si te diriges a madres que acaban de dar a luz, es muy poco probable que se detengan a leer sobre las complicaciones de la adolescencia entre mellizos.
En este caso leerán con avidez todo lo que les ofrezca información sobre su situación particular: recuperación después del parto, lactancia, biberones, cargadores, cochecitos, nutrición y todo lo que le preocupa a una mujer que tiene un bebé y necesita información sobre cómo cuidarlo.
CALIDAD
Por otro lado, la calidad de tu contenido es lo que te permitirá posicionarte en los buscadores, ayudar a tus seguidores, convertirte en una autoridad en lo que sea que quieras vender o comunicar.
Lo más importante aquí es que el valor de lo que publicas es lo que te permitirá retener a tu audiencia y hacer que esta crezca orgánicamente.
Debemos reconocer que la comunicación ha cambiado mucho durante los últimos 15 años, actualmente el cliente tiene voz ¡y vaya que la tiene!
Así que es conveniente conquistarlo y fidelizarlo con información interesante, pertinente, práctica y fácil de digerir.
- Información interesante: Internet está lleno de todo lo que se busque. Si no puedes destacar entre los miles de bloggers, youtubers y “expertos” que están hablando de lo mismo, quedarás sepultado muy rápido en el olvido. Siempre hay formas de decir lo que todos dicen pero que parezca que es primera vez que se toca el tema.
- Material pertinente: tiene que responder al interés del lector, a su necesidad (es necesario reiterar esto). Es importante que esté adaptado a la cultura, idioma y contexto del lector. Volvemos al ejemplo de las madres que acaban de dar a luz: para una mujer española es pertinente que se le explique cómo abrigar adecuadamente a un recién nacido durante el invierno, pero esta información no tiene ninguna utilidad para una madre que vive en las islas del Caribe.
- Contenido práctico: el lector tiene que saber qué hacer con la nueva información en su vida cotidiana. Hay que facilitarle la existencia, darle nuevas ideas y formas de hacer las cosas. Lo que se le entrega debe ayudarle a mejorar su día a día con acciones y pensamientos concretos. Recordemos la “intencionalidad”. Hasta el material de humor tiene que dejar algo bueno.
- Fácil de digerir: nada aleja más a un lector que un texto denso, repleto de palabras altisonantes, complicadas y conceptos difíciles de comprender. Procura lo que se conoce como “comprensión de primer grado”, es decir, que no se necesite leer dos y tres veces para entender lo que le quieres decir, a la primera lectura se debe captar la idea. Para cualquier internauta es más fácil cerrar la página y abrir otra que buscar un diccionario para tratar de comprenderte.
Crea contenido creativo
La creatividad es un factor importantísimo a la hora se generar contenidos, si eres de mentalidad “cuadrada” o rígida, lo mejor es que contrates a alguien con formas de pensamiento más abiertas y flexibles para que las ideas fluyan.
Teniendo siempre los intereses y necesidades de tu audiencia como objetivo, toma la delantera y presenta las ideas de tal manera que se queden contigo desde el primer vistazo.
¿Cómo se presentan contenidos de forma creativa?
Estos consejos te pueden orientar a generar cosas interesantes.
- Simple y claro. Nada de acertijos y mensajes crípticos, mucho menos en el título. Cuando el lector abra tu mensaje lo que vea de entrada debe decirle de una vez de qué va el asunto. De la mano con esto va el hecho de que a nadie le gusta buscar información sobre las ventajas del detergente, por ejemplo, y conseguir un texto que parece una tesis doctoral. Se aclara que las publicaciones tipo académico también tienen su espacio, pero no son para todos, y si no escribes para científicos de élite y lo que buscas es tráfico, mejor te quedas en los límites de lo claro, sencillo y preciso.
- Amable y positivo. Se gana más con un mensaje positivo que con un negativo, que confunda o que moleste. Los títulos que ofrecen beneficios, ventajas, que alientan e inspiran son los que más enganchan en comparación con los que son polémicos o que ataquen.
- Juega con la asociación de ideas. La mnemotecnia es un arte que vale mucho porque las personas recuerdan mejor por asociación que por memorización. Esto vale mucho cuando tratas de vender una marca o un producto específico, encuentra algo que la gente relacione con eso y tendrás gran parte del camino andado.
- Usa recursos lingüísticos. Los juegos de palabras, metáforas, aliteraciones, exageraciones, incluso los pleonasmos son válidos (sin abusar) cuando se quiere llamar la atención. El lenguaje tiene muchas figuras que puedes usar para presentar contenidos atractivos y de agradable lectura.
- El humor oportuno siempre es bien recibido. Si el humor no forma parte de tu personalidad, contrata a alguien que sí sepa cómo ser gracioso. Con el humor se debe trabajar con cuidado para no caer pesado, debes tener la precaución de que sea acorde con tu temática y con el concepto general de tu marca o tu página. La risa allana el camino para abordar muchos temas, así que no dejes de usar el humor para tus contenidos.
- En la variedad está el gusto. Crea contenidos con diferentes formatos, la gente ama los vídeos y las fotografías de buena calidad. No te quedes en un solo tipo de contenido, alterna con artículos de diferentes extensiones y tono, tips cortos, infografías, enlaces externos, encuestas, abre foros y hasta puedes ofrecer webinarios y materiales para descargar.
Respáldate en tendencias y fortalezas
Si no tienes mucha experiencia con el márketing de contenidos, o si estás construyendo tu espacio y reputación en Internet, debes aplicar una máxima de todos los grandes comunicadores, “no intentes convencer a otros de algo en lo que tú no crees”.
Cuando estás convencido de algo, cuando eso te apasiona, se nota en tu forma de comunicarlo a los demás. Y nada hay más contagioso que la pasión.
En ese sentido, lo mejor es que comiences por algo que realmente te guste. Esto debe ser así, porque si algo te gusta entonces conoces sobre eso y de alguna forma eres un experto en la materia.
También puedes explotar los temas que están en la palestra, si no conoces sobre lo que quieres hablar, entonces pide alguien que sí domine y aprovecha su saber.
CONSEJO
Lo importante es que sea lo que sea que vayas a comunicar, hazlo con dominio y seguridad, porque así como se nota cuando un orador solo está repitiendo algo de lo que no tiene ni idea,
también se refleja en cada palabra de tus escritos.
Esto también aplica si quieres causar controversia, el enojo o el rechazo hacia algo no debe quedar a medias tintas.
Si escribes alzando tu voz en tono de protesta, pues que suene fuerte, es la única forma en que tus seguidores te apoyen con brío.
Contenido con el objetivo de acciones
Uno de los grandes desafíos del marketing de contenidos es lograr que la audiencia haga “algo”, con la información que se le entrega.
Muchos se han preocupado porque sus contenidos son leídos pero después no pasa nada más.
Las preguntas en cuestión es ¿qué quiero lograr con esto?, ¿qué debería hacer el lector con esta información? (volvemos a la intencionalidad).
Por lo general la audiencia no hace nada porque sencillamente no se le dice qué hacer, y nadie puede adivinar qué tienes en mente a menos que lo expreses.
En el sentido más práctico, si quieres que un contenido se comparta, literalmente debes pedirle al lector que lo haga. “Si te ha gustado esto, haz clic aquí y comparte”, esto no le deja dudas al lector acerca de lo que esperas de él.
Debes proveer de todas las herramientas necesarias para facilitar que se haga lo que quieres:
- Provee de los botones y accesos para seguirte en las redes sociales. Si dices sígueme en Facebook, el botón para hacerlo debería estar muy cerca y a la mano.
- Da instrucciones claras: haz clic aquí, sígueme en…, introduce tu nombre y correo electrónico. Por cierto, esto último es muy diferente de decir “envíanos un email con tus datos” ¿Cuáles datos? Tenemos muchos datos, si solo quieres nombre y correo podrías terminar recibiendo hasta el acta de nacimiento, o que simplemente la persona huya porque siente que están violando su privacidad.
- Invita al lector a quedarse ofreciéndole otros artículos de tu misma página.
A TENER EN CUENTA
No olvides que para que tu público haga lo que quieres, debes ofrecer el mejor contenido del mundo. Hazlo bien y cosecharás resultados a corto, medio y largo plazo.
Finalmente, recuerda que lo más auténtico y cercano es lo que conecta con la gente.
Ofrece transparencia, valor y contenido de calidad y a cambio tendrás lealtad “incondicional” de tu público.
¿Por qué incondicional entre comillas? Porque el público no defiende a nadie a ultranza, al menor signo de ambigüedad y si bajas tus estándares, no dudarán en darse la vuelta y buscar información en otro lado.